Con el arranque del Siglo XX, en 1900, nacía el Banco de Vitoria. Una entidad que perduró en su marca hasta 2003, pese a que desde los años 50 pertenecía a Banesto.
El Banco Español de Crédito, nacido apenas dos años después del Banco de Vitoria, adquirió la mayoría accionarial a mediados de siglo. Sin embargo, desde entonces y durante medio siglo la marca Banco de Vitoria fue la utilizada en todo el País Vasco para operar, en lugar de la conocida marca Banesto.
Era el número 1 de la Calle Dato el que acogía la sede central de esta entidad.
Con la hegemonía del Santander en la banca española, ha llegado para Emilio Botín el momento absorber Banesto. Es decir, de proceder a su integración dentro de la gran familia del Santander. El primer paso visible ha sido la colocación del logo rojo del Santander acompañando al de Banesto, aunque paralelamente se ha realizado toda la integración interna.
Banesto pasó a manos del Santander en la subasta realizada por el Banco de España tras su intervención un 28 de diciembre de 1993, que llevó a Mario Conde a la cárcel. Desde entonces el control ha estado en manos del primer banco español. En 2003, cuando se decidió su cierre, Banco de Vitoria contaba con unos activos por valor de 2.100 millones de euros.
Por otra parte, el Banco de Vitoria fundado en 1900 no tiene, en cambio, nada que ver con otro Banco de Vitoria que existió entre 1864 y 1874. Aquella otra entidad ejercía como un banco central: emitía Papel Moneda, y especulaba con deuda y con la compraventa de viviendas. En 1874 se convirtió en sucursal del Banco de España.
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