EN LA FINCA DONDE ESTUVO UBICADA LA OFICINA DE COLUMELA, HUBO UN COMERCIO Y CASA DE BANCA DE "TOVIA Y CIA" PROPIEDAD DE DON JUSTO TOVIA, REYNERES Y RUIZ, HASTA QUE SE INAUGURO NUESTRA OFICINA.
BIEN, LA ANÉCDOTA QUE OS QUIERO CONTAR ES LA SIGUIENTE : EL SEÑOR TOVÍA DUEÑO DEL NEGOCIO, LE REGALABA TODOS LOS AÑOS AL FAMOSO GADITANO, DON FERMIN SALVOCHEA, UNA CAPA DE BUEN PAÑO, PERO EL SEÑOR SALVOCHEA, SE LA DABA AL PRIMER POBRE QUE VEÍA ESTABA PASANDO FRÍO, Y EL PASABA SIN ELLA EL INVIERNO, POR LO QUE EL SEÑOR TOVÍA OPTO POR DÁRSELA CUANDO EL INVIERNO EMPEZABA CON LA CONDICIÓN QUE SE LA TENIA QUE DEVOLVER CUANDO EL INVIERNO TERMINARA.-
Aclaración : Don Fermín fue un alcalde de Cádiz que aún hoy se recuerda por su bondad con los más necesitados; tenía un gran bigote y en su sepelio llovió muchísimo, desde entonces se dice :
""Va a llover más que cuando enterraron a bigote.- Seguro que alguna vez habréis escuchado el refrán"".
A continuación inserto un documento fechado en 1.915, de ésa casa comercial, Tovía y Compañía donde se publicitaba ante la sociedad Gaditana de principios del siglo XX.
En Noviembre de 1.934 lo nombran Interventor y diez años después, en 1.949 Director. Siempre estuvo en la misma oficina y se jubiló como Director en Noviembre de 1.975, después de 5o años y 6 meses en activo, contaba 70 años de edad.
Juan José, me has recordado otra anecdota de la casa de Banesto Marchena actual. Resulta que era propiedad de un señor cliente del Banco Central, a cuya entidad se la tenia arrendada sobre los años 1940/50. El B.Central, le denegó un prestamo y el propietario fué a nuestra oficina de Banesto ubicada en otra zona menos centrica, donde se le concedió el dinero que necesitaba. RESULTADO:
Impagó, se le ejecutó, nos quedamos con la casa arrendada al B.Central, y nos instalamos alli despues de los tramites de la adjudicacion. El B.Central se tuvo que marchar.
Impagó, se le ejecutó, nos quedamos con la casa arrendada al B.Central, y nos instalamos alli despues de los tramites de la adjudicacion. El B.Central se tuvo que marchar.
Antonio, mi amigo y tuyo también, Enrique Carmona, me contaba una anécdota de vuestro pueblo que es la siguiente : Hubo una vez una riña en un local de copas del pueblo y como intervino la justicia llamaron a declarar al propietario, y éste declaro que como en los momentos iniciales de la disputa estaba al otro lado de la barra, no escuchó como se inició la misma, como es natural, el Señor Juez de Instrucción que no era de Marchena le hizo caso y así termino el asunto. Unas fechas después, el Director de Banesto que tomaba habitualmente algunas copas con el Juez, le dijo : vamos a tomar algo al bar aquel donde se produjo aquella riña, y fueron, al entrar el dueño del bar se quedo blanco y el Juez también, la barra no tenía más de un metro.
Antonio, mi amigo y tuyo también, Enrique Carmona, me contaba una anécdota de vuestro pueblo que es la siguiente : Hubo una vez una riña en un local de copas del pueblo y como intervino la justicia llamaron a declarar al propietario, y éste declaro que como en los momentos iniciales de la disputa estaba al otro lado de la barra, no escuchó como se inició la misma, como es natural, el Señor Juez de Instrucción que no era de Marchena le hizo caso y así termino el asunto. Unas fechas después, el Director de Banesto que tomaba habitualmente algunas copas con el Juez, le dijo : vamos a tomar algo al bar aquel donde se produjo aquella riña, y fueron, al entrar el dueño del bar se quedo blanco y el Juez también, la barra no tenía más de un metro.
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