Oficina de Banesto en Alcoy

Plantilla Banesto en Alcoy :

Banesto ya es historia en Alcoy  :  

Banesto ya es historia en Alcoy

La absorción de la última sucursal de País Valencià por el Santander deja al Bilbao como el último representante de la época «clásica», tras la desaparición del Banco de España, el Monte de Piedad-CAM, el Central y el Hispano-Americano

M. CANDELA 27.06.2014 | 01:38     Ha sido estos días. Primero no funcionaba el cajero automático y lo que parecía una reparación en realidad era el cierre de la oficina   del Banesto, ahora del grupo Santander, situada en la avenida País Valencià de Alcoy. En nada, desapareció la cartelística, se pintaron los cristales de blanco y se colocó un pequeñísimo cartel, indicando que los servicios se prestarían un poco más arriba, en la misma calle, en la sucursal del Santander. Es un cierre más bancario, pero en este caso tiene más trascendencia si cabe porque el Banesto, el antiguo Banco Español de Crédito, era el penúltimo superviviente de la época clásica, de los tiempos del auge y el desarrollo económico e industrial. Ahora, sólo permanece el Banco de Bilbao o BBVA, como es su nombre oficial.

Lo ocurrido no es excepcional: el Santander ha decidido, en el marco de su estrategia empresarial que ha incluido la fusión con el Banesto, clausurar 700 oficinas y la de Alcoy no deja de ser una más. La nueva situación bancaria, derivada de la crisis, ha dejado un panorama bastante desolador, con multitud de «agujeros» en las zonas comerciales, por la desaparición de sucursales, de las cuales sólo se rellena alguna con carácter aislado.

Hubo un tiempo, en el que Alcoy era plaza muy fuerte económica, lo que provocó que contara con oficina del Banco de España desde 1884 hasta su cierre en abril de 1978, entre una intensa polémica popular y política. De hecho, este tema supuso la primera intervención pública de Miguel Valor, como ha resaltado alguna vez el actual concejal de Cultura en Alicante. El edificio, como todo el mundo sabe, fue transformado en Centro Municipal de Cultura.

Un año después se creaba el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy, que más tarde pasó a ser Caja de Ahorros del Sudeste hasta llegar a la ya extinta CAM, ahora integrada en el Banco de Sabadell, que llegó contar con 15 sucursales en la ciudad. De manera paralela, se establecieron los cuatro bancos clásicos: Central, Hispano-Americano, Bilbao y Banesto, plenamente operativos en los años sesenta, en el marco del desarrollo económico.

El primero en hacerlo había sido el Banco Hispano-Americano, en febrero de 1914, mientras el Español de Crédito llegaría el 7 de enero de 1924. Cosas de la vida, el primero en desaparecer como entidad independiente fue precisamente el Hispano, a causa de la crisis de 1993.
Desde el Banco de Bilbao se ha resaltado en ocasiones que la sucursal de Alcoy fue de las primeras que se abrieron fuera de las grandes capitales, a consecuencia de las relaciones económicas con el País Vasco, especialmente por la industria papelera, y por el importante nivel de accionariado con que ha contado siempre en la ciudad.

Este «status quo» se mantuvo durante muchos años, entre tanto empezaban a llegar otras entidades bancarias y de ahorro, como el Banco de Alicante, el Atlántico, el Santander, el Popular, el Exterior, el de Comercio, el Guipuzcoano, el Vizcaya, el de Fomento, Bankinter, el Sabadell y el Zaragozano. Además, estaban las cajas de ahorros, empezando por la Provincial de Alicante, Bancaja, la Caixa de Pensions, Caixa Catalunya -más recientemente-, Caixa Ontinyent, Caja Rural, Caja Murcia, Caja Madrid y, por supuesto, la Caja de Crédito de Alcoy, que tuvo oficina principal y sucursal y quebró en 1993.

A principios de los noventa empezaron los problemas y los cambios en el sector, que incluyeron fusiones de bancos, lo que configuró, por ejemplo, la unión del Central y el Hispano o del Bilbao y el Vizcaya, hasta llegar a las hecatombes de los últimos años con la desaparición de la CAM o Bancaja como entidades autonómicas, hoy integradas en Sabadell y Bankia, respectivamente.

El Banco Español de Crédito fue una de las entidades con más solera en la ciudad, empezando su andadura al principio de País Valencià, donde luego estuvo el Central y ahora el Sabadell, para pasar a la plaza de España, donde desarrolló la mayor parte de su actividad. En 1996 se trasladó a la parte baja de País Valencià, convirtiéndose sus locales en el centro de la tercera edad de la plaza. Ahora, Banesto sigue integrado -al igual que el Central y el Hispano- en el grupo Santander, pero su huella en la ciudad se ha difuminado, para disgusto de los clientes nostálgicos y de los trabajadores que, como José Luis Córcoles, Marino Blanes, José Antonio Bravo, Andrés y Eliseo Sánchez, Carlos Pastor o Miquel Martí, entre otros muchos, desempeñaron allí la mayor parte de sus carreras profesionales.