José Garriga-Nogués y Garriga-Nogués, II marqués de Cabanes (Barcelona, España 1902 - Barcelona., 3 de diciembre de 1985), fue un banquero español, fundador y presidente del Banco Garriga Nogués. Nació fruto del matrimonio de su padre con Pilar Garriga-Nogués y Coll, hija de su primo y socio. Tras la muerte de su padre, en 1935, heredó el marquesado, a la vez que se puso al frente del negocio financiero familiar, al que transformó de banco de valores en banco comercial. Fue en 1947 cuando la sociedad en comandita Garriga Nogués Sobrinos dio paso a la sociedad anónima Banco Garriga Nogués, con José Garriga-Nogués y Garriga-Nogués ocupando los cargos de presidente del consejo de administración y de director general. Como su padre, fue también presidente del banco Sindicato de Banqueros de Barcelona, S.A. (1943-1951) y miembro del consejo de administración de la Sociedad General de Aguas de Barcelona.1
En 1952 el Banco Español de Crédito (Banesto) adquirió el Banco Garriga Nogués, aunque la entidad conservó independencia de gestión, por lo que José Garriga-Nogués se mantuvo en la presidencia hasta su muerte, en 1985.
La Casa Garriga Nogués es un edificio de estilo ecléctico, con elementos de inspiración modernista, catalogado como Bien de Interés Cultural desde 1980. Obra de Enric Sagnier, ubicado en la calle Diputación n.º 250, de la ciudad Barcelona (España), en el Distrito del Ensanche. Fue construido entre 1902 y 1904 para la familia de banqueros barceloneses Garriga Nogués, de la que tomó su nombre.
La Casa Garriga Nogués es un edificio de planta baja y cuatro plantas piso, si bien en una de sus esquinas se levanta una torre con una quinta planta, cubierta por una vuelta esquifada. Esa misma fachada lateral queda a la vista, debido a la existencia de un anexo, de planta baja y piso, que separa el edificio de la finca contigua.
El edificio tiene la distribución clásica de las construcciones del Ensanche de principios del siglo XX, con bajos destinados a locales comerciales; el piso principal o planta noble, residencia de la familia propietaria, con acceso por una escalera privada y señorial; y otra escalera independiente para acceder a las plantas superiores, con los pisos de alquiler.
Destaca especialmente el vestíbulo, formado por un patio de columnas clásicas, iluminado zenitalmente por una claraboya de vidrios policromados obra del taller de Antoni Rigalt i Blanch, en cuyo centro se ubica la escalinata señorial, de mármol, que sube a la planta noble. Rodeando este patio central se distribuyen varias estancias, entre las que destacan la sala de billar, con un vitral de estilo modernista y motivos pasajísticos, obra de los mismos talleres Rigalt; el salón principal, de decoración rococó, con pinturas de temas bucólicos, prácticamente desaparecidas; y el gran salón-comedor, de estilo neoclásico, con columnas de mármol verde y capiteles de bronce dorado con decoración floral.
En la fachada, Sagnier mezcló elementos clásicos y rococó —como la baranda de la azotea o las cornisas— junto con otros de inspiración modernista. El piso principal cuenta con un balcón, sobre la puerta de acceso a la finca, sostenido por cuatro grandes ménsulas, esculpidas por Eusebio Arnau, que representan las cuatro edades de la vida.
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